El 6 de abril, sábado, Bette Smith se encargará de llenar Cripta de Convent Garden de góspel y soul cuando venga desde Brooklyn a presentar “Jetlager”, su álbum debut.
Nacida y criada en Brooklyn, Bette Smith reconectó con sus raíces musicales en Memphis y Mississippi. Grabar allí su primer disco la llevó de vuelta al góspel que cantaba en la iglesia y a la música soul que escuchaba en su barrio durante los calurosos veranos neoyorkinos.
Con “Jetlager”, Bette cumple además una promesa que hizo a su hermano Junior en su lecho de muerte: que no se rendiría en su carrera como cantante. “Es todo por él”, afirma.
Todo el disco se grabó en directo, rodeados de los pantanos del Mississippi y el legado sureño del soul, pero con la agresividad y la pasión neoyorkina de Bette. “Me sentía como Tina Turner y Etta James”, afirma la intérprete, que se desenvuelve con destreza entre números de soul-rock rocoso, funk, y sonidos prestados de las bandas sonoras de la Blaixplotation. Música atemporal (soul, rhythm & blues) con la denominación de origen del Mississippi.
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